Hace tiempo que quería hacer germinar alguna semilla para que los peques vieran el proceso, y la oportunidad surgió cuando Hada nos preguntó de donde venían las castañas.
Así que cogimos un recipiente transparente, pusimos papel de cocina debajo, una castaña y lo tapamos con más papel de cocina. Lo impregnamos con agua y dejamos pasar unos días.
A los pocos días, la castaña ya había sacado raíces y se intuía una pequeña ramita.
Dejamos pasar más días y la raíz se hizo más grande y gruesa y también creció la ramita de nuestro castaño.
Y en muy pocos días la rama ha crecido mucho y ya la tenemos lista para trasplantarla en un tiesto con tierra.
A ver cuanto crece una vez plantada. ¿Ceeis que para el año que viene tendremos alguna castaña?
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