Hace poco que vivimos en esta casa. Es una casa muy antigua, que hemos reformado para vivir en ella. Los paletas ya han terminado, pero ahora nos toca a nosotros terminar de pintarla y hacer cuatro cositas. El otro día decidimos pintar la entrada, que es uno de los sitios que estaba peor. Y claro, los peques se apuntaron a ayudar al momento.
Lo primero fue rascar las paredes para dejarlas lo más lisas posible y quitar restos de pintura anterior.
Luego, pintar esquinas, que por ahí no pasa el rodillo.
Luego pasamos al trabajo artístico y dejamos volar la imaginación....
Y ya tenemos la entradita pintada. Ahora falta ir haciendo el resto de habitaciones y terminar las tonterías que quedan por hacer (que me parece que en una casa grande no se termina nunca).
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