Teníamos la gran suerte de tener asientos en la primera fila. Hada disfrutó viendo todo el espectáculo, pero alucinó cuando una de las actrices caía a nuestros pies (como parte del espectáculo) y la tocaba, cuando otro actor la saludaba, cuando su queridíssima Lila la miraba y le sonreía... La obra es muy divertida y la peque se lo pasó en grande. Realmente, vale la pena ir a verla, os lo recomiendo plenamente.
Los papis disfrutamos mucho también con el espectáculo, pero también al salir, cuando vimos que teníamos al responsable musical detrás, al mismísimo Marc Parrot, al que pudimos saludar y felicitar. Y ya afuera, cuando cargaba con todas las chaquetas mientras Papa Duende llevaba al baño a Hada, pude hablar con el mismísimo Joan Lluís Bozzo, uno de los grandes de Dagoll Dagom, actor al que he admirado desde pequeña y director conjunto del musical. Intercambiamos impresiones y estuvimos un rato charlando con él.
Hada no ha parado de decirnos que quiere volver a ver El Musical y otras obras. Nosotros estamos encantados que le haya gustado el teatro, una de nuestras pasiones. Saborear el momento, saber que cada representación es única, poder disfrutar de las interacciones de los actores con el público, sentirlos tan cerca.... Realmente, el teatro es mágico.
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