Cuando fuimos a visitar la hípica de nuestros amigos, tuvimos la suerte de que las cabras enanas que tienen, habían criado y pudimos ver a los cabritillos.
Hada y Duende disfrutaron de lo lindo jugando con los dos cabritillos, aunque dudo que los pobres animalitos puedan decir lo mismo.
Hada ya se quería llevar uno a casa, suerte que la convencimos que el pobre cabrito no lo pasaría muy bien viviendo con tres perros grandes, salvajes y medio locos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario