jueves, 26 de diciembre de 2013

Jugamos con ceniza

Todos los padres de niños pequeños estarán de acuerdo conmigo: cuando hay silencio, preocupa. Pues eso nos pasó el otro día, de repente, silencio. Fui al comedor, donde había dejado a Hada jugando con su cocinita y esto fue lo que encontré.


Una hermosa Hada rebozada en la ceniza de la chimenea. Por suerte, ya estaba fría y no se quemó. Ella estaba disfrutando de lo lindo, como cuando juega con la arena.


Le sorprendió mucho que eso tan finito fuera todo lo que quedaba de los troncos de madera que echamos al fuego. Le expliqué que es lo que pasa con las cosas que se queman, que quedan reducidas a cenizas.


La verdad que jamás se me habría ocurrido dejarla jugar con las cenizas, pero ya que iba bien sucia, fue una buena ocasión para aprender un poco sobre los cambios de la materia.

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